domingo, 11 de diciembre de 2011

El megapuente de Diciembre

Esta semana de puentes ha sido una semana rara, empezamos por irnos a celebrar el cumple del abuelo a Cuenca. Estuvimos todos hasta el domingo que nos volvimos Pedro y yo dejando a los niños allí. Aunque tenían cole, yo cubría ausencias en mi trabajo y tenía que ir de 7:15 a 16:45, y aunque el horario de Pedro es bastante mejor, nos suponía tener que dejar a los niños antes en el cole, tener que vestir Pedro a los dos por la mañana para llevarlos,...así que decidimos que se dieran unas minivacaciones en casa de los abuelos, total yo libraba el viernes,así que miércoles ya podíamos ir a buscarlos. Solo eran dos días, lunes y martes, que no nos veríamos.
Además a ellos les parecía genial, incluso al decirle a Yago que le echaría de menos, fue él quien me dijo; Mami, pero si son dos días!!!.
Ellos estuvieron genial, lo han pasado muy bien, siempre que hemos hablado estaban contentos. Nosotros, pues a parte de trabajar hemos aprovechado para salir a cenar un día, otro comer fuera y sobre todo para hacer compras navideñas.
El miércoles después de salir de trabajar, nos fuimos a Cuenca y estuvimos allí hasta el viernes, el reencuentro con los niños fue genial, abrazos, besos, brazos,... Es gracioso porque me cuentan que Guille va genial de la mano, le gusta mucho y además camina mucho rato, Yago es más vaguete y aprovecha que su hermano va andando para sentarse en su silla, digo que es gracioso porque cuando estoy yo, Guille no quiere oir hablar de andar, ni de silla, si va mami, él quiere brazos, se pone delante de mis piernas y levanta sus manitas diciendo: "brasos, brasos". Tiene dos lecturas, pero yo me quedo con la que más me gusta, la que nos gusta a los dos y sobre todo la que hace de mi niño un ser especial y tierno, y es que cuando está mami, quiere estar cerquita de mi, y por eso le gusta que le lleve en brazos, así estamos cerquita, hablamos, vemos el mundo desde arriba... además esto no es nuevo, por algo tengo la colección de portabebés que tengo: fular, manduca, 2 mei tais y una bandolera, a Guille siempre le han gustado los brazos más que la silla, y no lo voy a negar  a mí también, esa sensación de tenerlo cerquita sobre todo cuando se queda dormidito... como en esta foto de este verano:



El viernes nos volvimos para casa con la sensación de que es el tiempo justo que pueden estar con los abuelos, sobre todo cuando hace frío y no se puede salir mucho de casa, un poco más de tiempo y empiezan los conflictos, y no es porque no se quieran muchísimo, es que dos niños dan mucho trabajo y aunque los abuelos están muy bien, incluso tienen las ayudas de las "tías-abuelas" todo debe ser en su justa medida.

Así que ahora nos toca a nosotros disfrutar de los niños, de nuestras rutinas, el cole, la piscina, el parque,...y antes de darnos cuenta ya están aquí las vacaciones de Navidad.

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